JORNADAS DOCUMENTALES ADN
- johnlakelake
- 28 may
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UN LÁPIZ SAGRADO

Entre el 27 y el 31 de mayo se llevarán a cabo las Jornadas Documentales ADN, organizadas por la Asociación de Directores y Productores de Cine Documental Independiente de la Argentina en distintas sedes de la provincia de Buenos Aires. El inicio de las Jornadas se realizará el Día del Documentalista, honrando la memoria de Raymundo Gleyzer, en la Universidad Nacional de Quilmes. Las demás proyecciones y actividades se llevarán a cabo en el cine York de Olivos, la Universidad de San Isidro y la Universidad Nacional de Hurlingham entre otros. El evento representa la continuidad de los ciclos llevados a cabo en los últimos quince años bajo la forma de Semana de Preestrenos Documentales, primero en el Cine Gaumont y luego en el Cultural San Martín. La muestra descentralizada en distintos puntos de la provincia, tiene como objetivo a los jóvenes estudiantes como interlocutores fundamentales de la realidad actual del cine documental argentino, una manera de acercar a los alumnos el trabajo de los directores especializados en este género cinematográfico.

Ocho largos, un mediometraje y un corto participan de la muestra entre los que se destacan “La hija del no” de Silvina Hermosa, “Carta a una señorita en París” de Nicolás Prividera, “Fragmentos rebelados” de David “Coco” Blaustein y “Las voces del silencio” de Gabriela Naso. Para la presentación para la prensa del evento se eligió “Un lápiz sagrado” de Santiago Alonso, que estará disponible de forma gratuita en la plataforma “youtube” del 27 al 31 de mayo.

La obra de Alonso es una continuación de su corto de animación “Mi otro hijo” del año 2019, en el cual el ilustrador argentino Gusti analizaba como convivir con su segundo hijo con síndrome de down, algo totalmente imprevisto. “Un lápiz sagrado” examina cómo las distintas circunstancias que le tocó vivir al artista, radicado desde hace treinta años en Barcelona, influyeron en sus técnicas de ilustración. A partir de su segundo hijo, que le cuesta aceptar (un dibujo que no le gusta se puede romper y tirar a la basura, en cambio con el recién nacido debe hacer el aguante) rompe con las reglas, no se somete a códigos, modifica su concepto de belleza. Al perder a sus progenitores durante la pandemia sus trazos con los crayones se tornan más gruesos, más agresivos, acentúa las imperfecciones. Por otro lado, a partir del 2014 fundó Windown, un proyecto para discapacitados en el que se alienta a los participantes a dibujar, un espacio libre, inclusivo, en el que se trabaja con las personas y el dibujo como una consecuencia, fruto de una labor con total libertad. Algo así como la obra que llevó a cabo la médica psiquiatra Nise da Silveira, en el Centro Psiquiátrico Nacional Pedro II en Rio de Janeiro, a partir de 1946.

Otro costado interesante de Gusti, es su condición de chaman, luego de recorrer pueblos originarios de la Amazonia ecuatoriana y de la región de Chiapas en Méjico, registrarlos y cultivar sus hábitos. Esto lo llevó a una encrucijada ya que no podía ser un urbanista y un hechicero a la vez, de ahí el rótulo de “ilustrador hippie”, que recorre las calles de las ciudades que visita con su libreta y su estuche de crayones, para registrar el momento, el instante, como lo hace en la plaza Dorrego de San Telmo con distintos frecuentadores.

Gustavo Ariel Rosemfett explora con sus técnicas colores, formas, trazos, mientras recrea textos de manera informal, intuitiva, sin repetirse, desgravando limitaciones a la hora de crear, ensanchando su mundo a sordos, no videntes, a aquellos con dificultades cognoscitivas. Un observador que documenta todo lo que lo rodea con una metodología disruptiva que alegra la vida de quienes participan de sus talleres. Muy buena apertura para las Jornadas Documentales ADN.
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