LA MIF
La convivencia entre adolescentes y trabajadores sociales en un centro de acogida en Suiza es el planteo central de La Mif, basada en la experiencia de una década del director Fred Baillif como asistente social junto a la de varias intérpretes que vivieron en ese tipo de hogares. A partir de un episodio violento en un pasillo de la institución, en el que discuten y forcejean autoridades, residentes y la policía, la película en un relato no lineal, volverá a ese momento para narrar la historia de cada uno de los personajes que darán la denominación a los distintos capítulos.
Diversas problemáticas tienen su refugio en el centro: la muerte de los padres, el abuso sexual de un familiar, un trágico accidente doméstico, la inmigración y hasta la mentira. La directora (Claudia Grob) debe lidiar con varios frentes: con sus superiores debido a problemas de disciplina entre los moradores; con las adolescentes a su cargo, en plena ebullición sexual, que le cuestionan en cara ciertas decisiones tomadas; con ella misma debido a un trauma en su vida personal. No es una tarea fácil para ningún miembro del staff que derrocha paciencia y comprensión en el trato con las muchachas y sus parientes, en un film donde las frustraciones y los sufrimientos se reparten de igual forma a cada lado del mostrador.
La cámara en mano con planos muy utilizados por los hermanos Dardenne junto a un gran trabajo de montaje imprimen la energía propia de los jóvenes a las imágenes. Por otro lado, los acordes del segundo movimiento del Concierto para piano N°21 de Mozart, apodado Elvira Madigan, retratan la melancolía de los personajes de manera recurrente.
Las discusiones, reproches y peleas entre los trabajadores sociales se asemejan a las reflejadas en la obra de Jeanne Herry, En buenas manos (2018), que abordaba el tema de la adopción. Las distintas interpretaciones de la ley, las posturas divergentes de los miembros a cargo del centro y el arduo trabajo de contención que ejercen a diario provocan un estallido final para demostrar que también son humanos.
La película que obtuvo de manera muy merecida el máximo galardón en la Sección Vanguardia y Género, se asienta en las grandes actuaciones, en un estilo que roza el documental para darle más veracidad a los hechos planteados y en las dispares situaciones que enriquecen la narración.
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