UNA DETALLADA PUESTA EN ESCENA JUNTO A GRANDES ACTUACIONES
Maïwenn es una prolífica actriz francesa que en su nueva faceta de directora lleva realizados siete largos entre los cuales se destacan “Polisse” (2011), ganador del Premio del Jurado en el Festival de Cannes y “Mon roi” (2015), nominado para la Palma de Oro en el mismo festival. En su última obra se pone también frente de las cámaras en el rol de Jeanne du Barry, la amante favorita del rey Louis XV, protagonizado por el impagable Johnny Depp, que retoma su carrera cinematográfica luego del juicio por difamación contra su ex esposa Amber Laura Herd. La inspiración surgió luego que la directora viera a Asia Argento en el rol de la famosa condesa en “Marie Antoinette” (Sofia Coppola – 2006), al quedar fascinada por el personaje y su condición de perdedora junto a la pompa que la rodeaba.
La película, que inauguró el Festival de Cannes del 2023, narra el ascenso de Jeanne Vaubernier, una mujer de clase trabajadora, hija ilegítima de un sacerdote y una cocinera, que se fue abriendo paso, primero como amante del conde du Barry (Melvil Poupaud) para luego ingresar a la corte de Versalles en una apuesta a todo o nada para conquistar al mismísimo rey. Sus posturas rebeldes como no utilizar peluca en ocasiones formales, vestirse como hombre para escandalizar al séquito que la rodeaba o utilizar atuendos con rayas propio de cortinas, produjeron el rechazo de las pérfidas hijas del rey que tenían como aleada a María Antonieta, la futura esposa del Delfín.
El gran elenco es una de las claves para que el film sea llevadero. Maïwenn muestra su desfachatez y desenfado al desafiar sin ningún prurito las estrictas reglas de la sociedad de aquella época con el consentimiento del rey. El rol de Luis XV con sus pelucas, exótico vestuario, colorido maquillaje, sumado a las ceremonias, en especial la del despertar del monarca, le sientan muy bien al multifacético Depp, que parece emular sus papeles de la mano de Tim Burton. El rostro inexpresivo que lo acompaña en todo momento resalta en la escena en que lo visten, lo lavan y lo afeitan mientras su amante lo espía a través de un espejo, lo mismo cuando intercambian miradas cómplices. Lo visual por momentos supera los diálogos que son escasos en boca del soberano. El auxiliar La Borde, a cargo de Benjamin Lavernhe, que guía a la condesa por los rituales y protocolos de la corte, con sus semblantes pasivos es una presencia sobresaliente. Pierre Richard como el duque de Richelieu junto a Pascal Greggory y Patrick d’Assumçao son el aporte veterano que apuntalan a los protagonistas. El otro punto fuerte es la puesta en escena y la recreación de la época con sus jardines, los palacios, el imponente salón de los espejos y los miembros de la corte vestidos con todas las galas. Vale la pena destacar la escena en la que Jeanne se encuentra sola, sentada en un inmenso sillón rojo, que tiene como fondo un bellísimo cuadro gobelino de dimensiones descomunales.
“La favorita del rey” es un deleite visual que se sigue con mucho placer, al sumergir al espectador en un mundo de ostentación y despilfarro que llevó a casi todos los protagonistas a la guillotina.
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