FESTIVAL DE CINE FRANCÉS

MISERICORDIA

A partir del 24 de abril y hasta el miércoles 30 se llevará a cabo el Festival de Cine Francés en Cinépolis Recoleta. Una variedad de voces y miradas que abarcan las obras más recientes de consagrados directores galos, se exhibirán en las pantallas del complejo cinematográfico ubicado en la calle Vicente López. Entre otros estarán presentes los siguientes realizadores: Emmanuel Mouret (“Las cosas que decimos, las cosas que hacemos” – 2020) con “Tres amigas” en la que los sentimientos cruzados volverán a ser el centro de la trama; Michel Hazanavicius, ganador del Oscar con “El artista” en el 2011 con “La carga más preciada”, un film de animación sobre la shoah; Stéphane Brizé, luego de su trilogía vinculada al mundo del trabajo, vuelve con “Fuera de temporada”, una obra más afín a los aires románticos de  su célebre “Mademoiselle Chambon” (2009).

A modo de preestreno, que luego tendrá su lanzamiento comercial el 1 de mayo, se exhibió “Misericordia”, el último opus del controvertido autor Alain Giraudie, recordado por “El desconocido del lago” (2013). Una vez más el sexo y la violencia concurren juntos en un thriller perverso, pero con situaciones absurdas que mueven a la risa. Jérémie (Félix Kysyl) un soltero desempleado vuelve a su pueblo natal, con motivo del fallecimiento de su ex jefe, propietario de una panadería en el pueblo. Allí lo acoge su viuda (Catherine Frot) por unos días con la esperanza de remontar el viejo negocio, cerrado hace tres meses. No todos son brazos abiertos, Vincent (Jean-Baptiste Durand), el hijo de la viuda Martine, no ve con buenos ojos la llegada del ex empleado y menos que se instale en lo que fue su habitación cuando era soltero. Las discusiones y las peleas cuerpo a cuerpo son constantes cada vez que se encuentran, la gentileza de Martine choca con el enojo de su hijo.

A medida que el joven Jérémie comienza a insinuarse entre los parroquianos del pueblo y en la familia del que fue su mentor, se entablan unos juegos de deseos y celos, aparentemente inocentes, que envolverán a la viuda, su hijo, un amigo granjero y hasta el cura del lugar. El estallido de violencia tendrá consecuencias trágicas, pero siempre surge una mano protectora que como un manto cubrirá todas las sospechas que puedan surgir. El deseo físico, sin ser explícito surge a través de las miradas, los encuadres, los roces con las manos, las luchas entrelazadas, las invitaciones a compartir un lecho. En medio de los anhelos sexuales, la aparición de los gendarmes aportará la cuota de humor para quebrar el tono turbio que rodea a los protagonistas.

Misericordia, es un vocablo que va más allá del perdón, lo trasciende, es tender una mano, aunque se trasgreda la ley, aunque la clemencia deje de lado lo moral. De este modo lo plantea Guiraudie, en medio de un humor macabro y un suspenso progresivo que parece acorralar al trasgresor, en un neo-noir que se sigue con sumo interés hasta el final.