UN WESTERN PATAGÓNICO
La ópera prima de Mariano Benito, director formado por el realizador José Martínez Suárez, es un ejemplo de cine federal, hecho a pulmón en el interior del país, en este caso la provincia de Río Negro, que con un gran esfuerzo logra un producto noble.
El marco es la agreste estepa patagónica en cuya inmensidad deambulan hombres solitarios, policías corruptos y almas en pena. Un joven policía inexperto, Francisco Revenga, a cargo de Agustín Sullivan, visto en “Sandro de América” en el rol del cantante y como Menem Jr. en “Coppola, el representante”, es enviado como castigo el día de su cumpleaños a cumplir una guardia en medio de la nada. En su trayecto se detiene en el Mustang, una suerte de almacén de provisiones y prostíbulo en procura de alimento para pasar el día. En un descuido graban imágenes comprometedoras en su celular sobre la trata de personas que pondrán su vida en peligro.
Benito, también autor del guión, encamina al espectador en una trama sencilla, sin aristas complejas que puedan confundir, práctica, contundente, sin claroscuros, con una resolución en veinticuatro horas en una cinta que no pasa los noventa minutos. Eficacia y funcionalidad son los atributos del director. Si bien la película está catalogada como un drama policial, la tipología de los personajes, el paisaje y las situaciones lo acercan al western. Vale la pena destacar la excelente fotografía que resalta la aridez del entorno, y la claridad del sonido con diálogos inteligibles, expresados sin que una banda sonora se superponga sobre ellos.
La intriga que se desata a partir de las imágenes en el celular, se acrecienta hacia el final, la calma latente se trastoca en hechos violentos de sangre, que se precipitan debido a intereses viciados de quienes deben mantener el orden. La trama apunta a tópicos muy en boga en estos tiempos como el abuso de menores, el tráfico de personas y el uso indebido de las atribuciones por parte de las autoridades. Benito lo hace de manera eficaz, con una impronta patagónica que le agrega un plus particular en beneficio de la historia.
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