UN VIAJE SENSORIAL
A partir del concepto “élan vital”, introducido por el filósofo Henri Bergson y retomado más tarde por el también filósofo francés Gilles Deleuze aunque con algunos cambios, en el cual una fuerza hipotética causa la evolución y desarrollo de los organismos, la cineasta y artista plástica Dina Spivak realiza un sondeo por el alma humana en busca del impulso que mantiene vivo al ser humano que enfrenta graves dificultades. Luego de un gran trabajo de producción y de casting logró reunir más de cuarenta testimonios de personas de distintas partes del mundo que atravesaron situaciones extremas muy conflictivas, y que pese a ello siguen adelante con sus vidas.
Élan es la llama que alumbra, es superar la adversidad, es la energía que permite salir adelante y superar obstáculos, es lo que posibilita levantarnos cada día para encarar con vitalidad los desafíos del destino. Conceptos como el holocausto, la guerra, la violencia en sus distintas manifestaciones, las separaciones, la falta de amor, surgen con dureza a través de los dichos de los entrevistados que se expresan a cámara en una disposición uniforme (fondo y vestuario coinciden) como para no privilegiar algún testimonio en particular. También se los interpela sobre el amor, el dolor, el placer y sus creencias, emociones que son exteriorizadas también por la danza a cargo de un cuerpo de baile integrado por cinco bailarines liderados por la artista Ayelén Ramírez (especialista en danza urbana) que se reflejan con movimientos que remiten a las coreografías de Pina Bausch.
Spivak propone un viaje sensorial, una exploración del interior del ser humano mediante la interacción de distintas artes en un docudrama sensible y poético.
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