UNA VENGANZA CON HUMOR
La ópera prima para la pantalla de Léa Domenach retrata la reconstrucción de la imagen pública de la esposa del ex presidente francés Jacques Chirac, una mujer austera y anticuada, un cero a la izquierda a la que nadie tenía en cuenta. Gracias a su propia voluntad y con la ayuda de un asesor en comunicaciones, se convertirá en un elemento fundamental en la reelección de su marido para su segundo período a cargo del Palacio del Elíseo.
La directora elige la sátira para describir los entretelones de la vida familiar de tan importante matrimonio, incluyendo un coro eclesiástico, para resaltar las profundas raíces católicas de la protagonista, que subraya y comenta los avatares de la primera dama. Una brillante Catherine Deneuve se presta para los entramados de la parodia plena de diálogos filosos y acotaciones certeras, un estilo que a la protagonista de “Belle de Jour” (Luis Buñuel – 1967) le sienta muy bien.
El film no persigue una fidelidad absoluta de los hechos que describe, al contrario, se toma unas cuantas libertades que no dañan los perfiles de las figuras políticas que describe. Las infidelidades del ex mandatario, los roces de Bernadette con los ministros, sus desplantes y las reconversiones de su hija, asesora del padre, están teñidas de humor e ironía, que hacen más llevadera esta historia de venganza. Es la revancha y la reivindicación de una mujer con una gran intuición, que demuestra manejar con inteligencia los hilos políticos, que con su carisma y buena predisposición es muy apreciada, sobre todo por los habitantes de Corrèze, donde fue concejala por mucho tiempo.
Las referencias a situaciones determinadas del gobierno de Chirac, como la confusa situación que se produjo en el gabinete el día del accidente mortal de Lady Di, la inserción de personajes de la época que cuenta con la presencia de Hilary Clinton en Corrèze ante la mirada atónita del marido por una pantalla de TV al no estar informado del encuentro, o la introducción de imágenes de archivo, en especial la sincronización labial del presidente con los nombres de los jugadores en la final del mundial de fútbol de 1988, contribuyen a la diversión que propone la comedia.
La vida de Bernadette es la historia de muchas mujeres que dan un paso al costado para dejar hacer a sus maridos, que entre las sombras trabajan a la par, sin ser reconocido su valioso aporte. En este caso, es un biopic fuera de lo tradicional, contado como una venganza jocosa, con mucha gracia, en la que Deneuve se mueve a sus anchas.
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