COMPETENCIA INTERNACIONAL
“Upon Entry”, la película española dirigida por los venezolanos Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vázquez, en tan solo 74’ contagia el nerviosismo por el que pasan sus personajes, incomoda hasta el límite al espectador con un suspenso que va “in crescendo”. Un logro que pocas producciones pueden lucir. Un urbanista venezolano que residió los dos últimos años en España y su pareja catalana, una bailarina de danza contemporánea, son retenidos por las autoridades del aeropuerto de Newark en los Estados Unidos al intentar ingresar con una Green Card obtenida por ella en un sorteo. Diego, el argentino Alberto Ammann, junto a Elena, la española Bruna Cusí (“Verano 1993”, “Incierta Gloria”) desean afianzar su carrera profesional y formar una nueva familia en el nuevo mundo, pero al acceder al área de inmigraciones son llevados a una sala especial donde son sometidos a un interrogatorio psicológicamente extenuante. En espacios reducidos los diálogos, el tono agresivo y provocador de los agentes fronterizos y los gestos enérgicos por un lado y de desesperación por el otro, trascienden y generan el clima de pesadilla, de opresión y oprobio que padecen los extranjeros. El abuso de autoridad, secretos develados que socaban la unión de la pareja, desfilan en una trama donde el juego actoral es trascendental para dar credibilidad a las acusaciones, embates y reacciones. Un punto alto de la Competencia Internacional.
Un actor que muere envenenado en medio de una representación de la “Comédie Française”, le susurra antes de expirar a un colega un nombre como Daniel Gélin a James Stewart en “En manos del destino” (Hitchcock – 1956). El receptor del mensaje es inmediatamente secuestrado y considerado sospechoso del crimen por las autoridades. Desestimado por los malhechores, en su huida tropieza con una excéntrica dibujante deseosa de nuevas aventuras. Así de vertiginoso es el comienzo de “El perfume verde” de Nicolas Parisier. Las muertes se incrementan a la par de los sospechosos en una comedia negra donde se respira por momentos el aire de las novelas de Agatha Christie en el que Claire, la simpática Sandrine Kiberlain, cumple el rol del inspector Poirot por sus inteligentes deducciones. Remi, el lánguido Vincent Lacoste, es el atribulado héroe que decide desenmascarar por su cuenta a la temible organización responsable de la muerte de su compañero de trabajo. El “who done it” (quién lo hizo) es tan importante como el afianzamiento romántico de la pareja central, muchas veces el amorío se interpone e impone por sobre la trama policial. El comienzo, el crédito inicial con el título de la película y el desarrollo posterior de la trama que involucra diversas ciudades europeas, recuerdan a los clásicos de Hitchcock de los años cuarenta y cincuenta en la que un hombre común debía enfrentar hechos extraordinarios en distintos escenarios. Un toque de nostalgia bienvenido donde se resalta la aventura que envuelve a los protagonistas en peligros constantes. Cine clásico, querible, que se disfruta con pasión.
En su segundo largometraje, el chileno Diego Soto, presenta en “Muertes y maravillas” el ocaso de la adolescencia para un grupo de amigos que acaban de finalizar las clases, para disfrutar del verano frente a un futuro lleno de expectativas. Sin embargo, la gravedad de la enfermedad de uno de los jóvenes, quiebra el ambiente de júbilo, direcciona el pasar de los amigos hacia nuevas búsquedas rodeados de incertidumbres. Las obras del poeta Jorge Teillier están siempre presentes, desde el título del film que corresponde a uno de sus poemas, las publicaciones que manejan algunos de los protagonistas, hasta el taller de escritura en el que participa el estudiante con mayores inquietudes del grupo. La muerte, presente en los textos y en las acciones, junto al sobrellevar el duelo, dan paso al crecimiento y a la mirada esperanzadora de los jóvenes hacia el cielo en varios pasajes, en una especie de reencuentro con el amigo que se fue. Una visión modesta, distinta, de una etapa de la vida dificultosa a través de momentos y climas especiales. Un estreno mundial de alcances pequeños con un punto de vista diferente sobre un tema muchas veces tratado.
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