FOCO RAJAT KAPOOR
La presente edición del festival tiene un foco centrado en la obra del actor, director y guionista hindi nacido en Nueva Delhi, Rajat Kapoor, que a su vez es miembro del jurado en la Sección Competencia Internacional. Su cinematografía está alejada del típico producto de Bollywood, aquellas producciones que rondan las tres horas de duración o más, que utilizan canciones acompañadas de danza para extender la acción, para que el público local las cante durante la proyección. Su cine se acerca más a las propuestas independientes con temáticas universales.
“Rk/Rkay”, realización del año 2021, lo muestra en sus tres facetas: autor, escritor y actuación. Un director, el RK del título, que a su vez escribió la trama, actúa en su propia película, es el héroe que encuentra la muerte sobre el final en manos del villano. El productor se encuentra renuente con ese final ya que prevé el fracaso del film y propone un final feliz más acorde con el gusto del público. Finalizado el rodaje descubren en la edición que el héroe desapareció del celuloide, están sus diálogos, pero no su imagen. RK, piensa como guionista a dónde pudo ir a parar el personaje Mahboob de su autoría y sale en su búsqueda rodeado de colaboradores. De allí en más se suceden una serie de secuencias disparatadas que involucran a la policía, el villano de la trama y hasta la propia familia del director. La base estaría en “La rosa púrpura del Cairo”, por el desdoblamiento, sin embargo, Kapoor va más allá acercándose a la obra de Pirandello “Seis personajes en busca de un autor” por los cuestionamientos, objeciones y reticencias de los personajes que interactúan en la realidad. El resultado es una comedia fresca, dinámica, que provoca sonrisas y con una vuelta de tuerca en el final que sorprende y satisface.
“Kadakh”, dos años más antigua que “Rk/Rkay”, es otra comedia de humor negro que se desarrolla en 24 horas durante el festejo del Diwali, en el que se recibe el año nuevo hindú. En la tarde previa a la celebración, Sunil, el dueño de casa, recibe a un extraño que resulta ser el marido de su reciente ex amante. Luego de una serie de reproches y discusiones el visitante enfunda un arma y se suicida dejando un reguero de sangre en la pared ante la sorpresa del propietario. Al llegar su mujer le cuenta los hechos mintiéndole sobre la identidad del fallecido. Ante la inminente llegada de los invitados, deciden esconder el cadáver en un arcón que luego será utilizado como mesa en la reunión, al mejor estilo de “La soga” (1948) de Alfred Hitchcock. Pese a desarrollarse la mayor parte en un solo ámbito, la cantidad de personajes, el dinamismo de las acciones junto a los ágiles movimientos de cámara y encuadres la alejan de una propuesta teatral. ¿Hasta cuando pueden sostenerse las mentiras? Es una pregunta que sostiene el suspenso, que se acrecienta con la inesperada presencia de la amante en los festejos. El colorido de la reunión contrasta con el humor y la incertidumbre del matrimonio anfitrión envueltos en una pesadilla en una velada demasiado extensa a la que se le van sumando visitantes inesperados. En síntesis, Kapoor, con una rica escritura en el retrato de una galería humana de burgueses variopintos, ofrece una obra macabra que vira a lo grotesco con un final que deja un sabor agrio en la boca del espectador.
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