HABLAR DEL PASADO
En el marco del 24° Festival de Cine Alemán se presentó el documental “Anselm” del director Wim Wenders, que participó en la Sección Proyecciones Especiales del Festival de Cannes del 2023. La vida del pintor y escultor neo expresionista alemán Anselm Kiefer discurre no de manera cronológica, sino a través de saltos en el tiempo relacionados a influencias en determinadas obras. Por momentos entra la ficción al recordar al niño que, con su cartuchera escolar a cuestas, recorría antiguos palacios profusamente decorados en paredes y techos, que más tarde el autor recrearía en inmensos galpones con su estilo muy particular. Un joven Anselm, interpretado por Daniel Kiefer, hijo del artista, forma parte también de las dramatizaciones que el director decidió intercalar con material de archivo de reportajes televisivos.
Las imágenes iniciales que muestran al artista recorriendo en bicicleta su atelier francés dan una idea de la inmensidad y vastedad de sus obras. Cuadros que son desplazados con ruedas, torres de cuatro pisos en medio del campo, instalaciones que precisan de antiguos depósitos fabriles para ser exhibidas, libros de plomo acomodados por varias manos, son arquetipos de sus trabajos expuestos en museos alrededor del mundo. En las entrevistas o trabajando en su estudio se lo nota vital y activo, con un lanzallamas a mano para lograr ciertas texturas, o bien pintando en las alturas mediante el uso plataformas elevadoras móviles.
Nacido en 1945, poco antes de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, sus creaciones son un diálogo permanente con el pasado nefasto de la historia alemana. Los saludos hitlerianos en distintos lugares de Europa, algunos frente a reconocidos monumentos históricos, registrados en fotografías, fueron un llamado de atención para un pueblo falto de memoria. Las reconstrucciones de lugares emblemáticos del Tercer Reich y su iconografía, las instalaciones en las que abundan la destrucción, son su modo de expresar el rechazo a las consecuencias del nazismo. Algunos no lo entendieron así, trastocaron su condena por nostalgia del fascismo, lo tildaron de arrogante, como de costumbre el arte dio paso a la polémica.
Por otro lado, las secuencias en las que la cámara envuelve las figuras de la mitología femenina, si bien firmes, cobran vida y parecen desplazarse con sus grandiosos vestidos con extensas colas a través de la naturaleza que las rodea, acentuadas por el uso del 3D. Un momento lírico, enfatizado por la banda sonora, de una belleza inmanente que invita a soñar. “Anselm” es un espléndido viaje a los sentidos, una experiencia inmersiva en el proceso creativo de un gran artista que ningún amante del arte debe dejar de ver.
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