16 Muestra de cine documental DOCA
- johnlakelake
- 18 ago
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ENCENDIENDO LA MECHA

La Asociación de Documentalistas de Argentina (DOCA), que desde su nacimiento encabezó las luchas por la defensa de la producción y difusión de documentales en el país, presentará su decimosexta muestra a partir del 19 de agosto y hasta el 24 en CABA y en la provincia de Buenos Aires. Las proyecciones se realizarán entre otras salas, en el cine Gaumont y en el teatro Empire de la CABA, mientras que en la provincia se utilizará el Espacio INCAA de Quilmes. A partir del 28 de este mes y hasta el 31 la muestra se trasladará a San Miguel de Tucumán. El encuentro, en el que sobresale un homenaje al cineasta Fernando Birri con motivo de cumplirse cien años de su nacimiento, tendrá varios focos entre los que se destacan el de Palestina, el Ambiental y Feminismos y Diversidad.

El logo “Encendiendo la mecha” que caracteriza esta realización es un modo de irrumpir a través de los documentales con otras miradas, con otras voces en lo que se refiere a la memoria, el ambiente y los movimientos que luchan para reivindicar derechos. Desde DOCA también se insiste en la concreción de políticas públicas que fortalezcan la industria cinematográfica permitiendo la libre circulación de contenidos. Según manifestó el director Fernando Krichmar en la presentación del evento, en su disputa diaria, tanto los camarógrafos por su exposición en lugares conflictivos, y los realizadores por el contenido de material, no están exentos de peligros en su lucha diaria.

Para la función privada de la muestra se eligió la obra “Elogio de la rebelión” del mencionado Krichmar, que resultó muy verborrágica, con una proliferación de datos imposibles de procesar al finalizar la proyección. El inicio es una sucesión y a su vez homenaje a una serie de documentales desde la década del sesenta al noventa, muchos de ellos de escasa difusión. Al no contar la asociación, algo que se debatió en la conferencia de prensa a posteriori, con una cinemateca o un sitio web que recoja todo ese material, se hace difícil la investigación y análisis de lo que se exhibe.

El film analiza la etapa neoliberal de los dos períodos del presidente Menem hasta los estallidos del 19 y 20 de diciembre de 2001 que derrocaron al mandatario De la Rúa. En ese contexto, cineastas de diferentes orígenes políticos y sociales, emprenden un movimiento estético e ideológico como contraposición a los grandes medios de información hegemónicos del momento. El realizador se detiene en el surgimiento de los movimientos piqueteros en 1995, su represión y las consecuencias, mientras da paso a distintos medios de comunicación (radios, periódicos, canales privados de televisión) que surgieron en aquella década. Los distintos tipos de luchas, reclamos y manifestaciones manan en medio de un profuso palabrerío que se superpone con carteles en la pantalla. El metraje también concede un espacio a la mujer en sus reclamos en beneficio de la comunidad y en el suyo propio, en el que se le dedican excesivos fotogramas a Hebe de Bonafini en exaltados discursos panfletarios que poco contribuyen. Mucho más interesante es el aporte de una trabajadora que con humilde sinceridad, reclama por las desigualdades escolares respecto a los hombres. El film recién alcanza brío en la media hora final en la que se muestran contundentes imágenes de las manifestaciones y represiones de diciembre del 2001. El eslogan “Que se vayan todos” adquiere una fuerza que aún repercute en los oídos del espectador.

En definitiva, el cine social documental que propone Kirchmar se hubiese visto favorecido por un discurso menos prolífico y tendencioso. El cine es el lenguaje de la imagen, y en ellas se tendría que haber apoyado el director para expresar su queja.
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