LOCAMENTE

UN ENCUENTRO ROMÁNTICO CON MUCHAS VOCES

Piero (Edoardo Leo) y Lara (Pilar Fogliati) tienen su primera cita en casa de ella. Él es un cuarentón separado con una hija preadolescente, Lara es más joven y atravesó varios romances sin éxito cuyos partenaires habitaban en locaciones distantes. Tal vez una coraza para protegerse y no mantener una relación sólida, como se lo comenta Piero. El comienzo del encuentro es muy tímido, muy protocolar, ambos tratan de no cometer traspiés, cuidan las palabras y los gestos. Ella se esmera en la cocina con tal de quedar bien y agradar a su invitado, él la agasaja con flores para impresionarla. En el fondo ambos quieren que la noche culmine con sexo.

El quid de la cuestión en el último film del director de “Perfectos desconocidos” (2016) está en las múltiples personalidades que tienen en su mente o bien los distintos engranajes que articula el cerebro de cada uno de ellos, que opinan con voz y voto. Estas distintas facetas están representadas por cuatro personajes masculinos que rondan la cabeza de Piero y cuatro femeninos en la de ella. Ante cada gesto, palabra, emoción o actitud, estos duendes internos confrontan, opinan, seducen en grandes batallas verbales en las que se enfrentan lo pasional, lo racional, lo romántico, la incertitud.

En el nuevo film de Genovese predomina la oralidad, junto a un gran trabajo de montaje, que salta sin cesar de la acción principal en la que se encuentran los protagonistas, a los dos livings en que se encuentran los yo interiores de cada uno de ellos, jugados por actores de reparto, algunos de gran nombre como el caso de Marco Giallini y Claudio Santamaria. Lo protocolar, da paso, a medida que avanza la noche, a las realidades particulares de cada uno y cuando todo parece inclinarse al fracaso, los fantasmas interiores enderezan el rumbo y surge la chispa del amor.

“Locamente” es una agradable comedia con una impronta teatral con epicentro en una sola habitación, con un acertado guion, coescrito entre el director y varios de los actores, en el que el mejor chiste es no tomarse nada en serio y que todo fluya de manera ligera y aceptable.