DIFERENTE EXPLORACIÓN DEL ADULTERIO
A lo largo de décadas el ámbito universitario fue escasamente visitado por la cinematografía argentina. En los últimos tiempos varios directores se han aproximado con resultados muy positivos al entorno de la educación terciaria. Primero fue Santiago Mitre con “El estudiante” (2011), para analizar la trastienda política en los claustros de la UBA, y más cerca en el tiempo, ”Puán” (María Alché/Benjamín Naishtat - 2023), que ofrecía una mirada sobre la rivalidad de dos profesores de filosofía que concursaban por un puesto en la institución. Celina Murga, la recordada directora de “Ana y los otros” (2003), en su nuevo opus patrocinado por Martin Scorsese, pone el foco en dos profesores de la facultad de agronomía.
Dos catedráticos de mediana edad casados y con dos hijos cada uno, enseñan en el mismo establecimiento, pero sus caminos no se cruzan. Pablo (Joaquín Furriel) unido con Carla (Romina Peluffo), infeliz en su matrimonio, comienza un romance con su alumna Luciana (Verónica Gerez). Por otro lado, Natalie (Marina de Tavira), se siente desilusionada con su marido Hernán (Alfonso Tort) e inicia un vínculo amoroso con Gonzalo (Emanuel Parga), un estudiante de su clase. Dos historias similares, que se intercalan, se reflejan, contadas de manera paralela, son como dos espejos, una protagonizada por un hombre y la otra por una mujer.
Si bien ambos relatos tienen el mismo recorrido, la cuestión de género pesa bastante en las conductas de los protagonistas, en el rechazo de ambos cónyuges y en la reacción del entorno. La mirada de los otros no juzga con la misma vara, pese al avance en lo que concierne a los derechos de la mujer en la actualidad, el pasado patriarcal y machista deja su huella en materia de prejuicios. El hombre actúa sin rodeos en busca de su presa, es más arriesgado, se expone, el sentimiento de culpa no lo abruma. Del otro lado, la familia y la sociedad es más contemplativa con su proceder, son más indulgentes y no tan críticos. La mujer, en cambio, procede con cautela rodeada de incertidumbre, se ve afectada por las normas sociales que le hacen pagar un precio mayor por su comportamiento, su marido es más drástico al sentirse traicionado.
La directora de “Escuela Normal” (2012) utiliza la repetición de situaciones en las que se mueven uno y otro protagonista, con pequeñas diferencias muy sutiles. Una aproximación a la cotidianeidad de Pablo y Natalie en sus quehaceres hogareños, en su vida profesional y en su faz sentimental. Dos historias entrelazadas en las que surge el desapego, la llama que surge espontánea, el desamor, narradas con un tono naturalista, llena de matices, sin estridencias, como si se tratase de una obra de cámara. Otra muestra de madurez de una de las mejores autoras argentinas surgidas en el presente siglo.
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