ÁLBUM PARA LA JUVENTUD
Samba de una nota sola
Sol y Pedro acaban de finalizar el secundario, se acerca la Navidad, la vida los encuentra en un impasse hasta que inicien sus estudios en búsqueda de una profesión. Es un tiempo de espera, de transición, en el cual hay mucho tiempo para meditar, dejar que las horas pasen y aprovecharlas para desarrollar las vocaciones: la práctica del piano para ella, la escritura de piezas teatrales para él.
La juventud que presenta la directora Malena Solarz se distancia de la que normalmente recrean los cineastas locales. No fuma, no se emborracha, no se droga, no tiene sexo. Por momentos parece una producción surgida de Salt Lake City, estado de Utah en los Estados Unidos, uno de los centros mormones más importantes del mundo. O bien que haya sido patrocinada por alguna rama de la Iglesia Católica más tradicionalista.
La película se mantiene en una misma línea en todo su metraje. No hay un conflicto que rompa el equilibrio, no aparece la estructura tradicional de planteamiento-nudo-desenlace. La armonía es una constante. Ese tono medio que no se decide por la comedia ni por el drama ya lo había manifestado Solarz junto a su colega Nicolás Zukerfeld en la película que codirigieron en el 2016: El invierno llega después del otoño. Así como la famosa bossa nova de Tom Jobim y Newton Mendonça, “Samba de una nota sola”, se sostiene en un re, Álbum para la juventud se mantiene también en una misma nota sin acceder a escalas. Parafraseado la letra: “Y quién quiere todas las notas…quédate en una sola nota”.
Después de haber visto esta película y tantas otras argentinas en la presente muestra, este cronista y muchos espectadores se preguntarán si el dinero que aportamos en impuestos estará bien utilizado por el Estado para asignarlo a este tipo de realizaciones mediocres.
Comments