Ante una nutrida concurrencia se hizo la presentación de una nueva edición del Festival de Cine Alemán en Buenos Aires. La muestra se realizará entre el 7 y el 13 de septiembre en las salas de Cinépolis Recoleta, Vicente López 2050, en la que se podrá apreciar una variada muestra de la actual producción alemana. La selección incluye sus secciones clásicas Para toda la familia y Documental, junto al ya usual programa de cortos Next Generation Short Tiger 2023. La presentación abrió con un corto en el cual el director Christian Petzold se dirige al público de Buenos Aires con motivo del evento, con referencias a la inspiración de su nueva obra. Deseoso de conocer nuestra ciudad, evoca las palabras de su amigo el ya fallecido director Harun Farocki, que había quedado maravillado por la cantidad de librerías por cuadra y casas de arte de la capital argentina.
“Cielo rojo” (Roter Himmel), la película inaugural, tuvo su inspiración primero en una obra de Shakespeare a la cual se le sumó el tema de los incendios forestales tan presentes en los últimos veranos europeos, según manifestó su director Christian Petzold en el corto introductorio. Los hechos transcurren en una casa de veraneo en un bosque sobre el mar Báltico, muy cerca de donde alguna vez había filmado Murnau, en la que concurren dos amigos: el escritor Leon (Thomas Schubert) que debe finalizar un manuscrito y el fotógrafo Felix (Langston Uibel) que debe preparar un dossier para ingresar a Bellas Artes. Allí se encuentran con una inquilina (Paula Beer) que despierta sensaciones contrarias especialmente en Leon. Al grupo se le suma el buenmozo rescatista Devid (Enno Trebs) que desarticulará relaciones prestablecidas.
El personaje de Schubert es el elemento disruptor en esta comedia romántica de verano, algo no muy común en el cine alemán, con tintes dramáticos presagiados en el título. Leon va siempre a contramano del grupo que decide disfrutar del entorno y del estío sin descuidar sus obligaciones. Malhumorado, amargado, aburrido, frustrado y a la defensiva agrede a sus compañeros con preguntas hirientes, comentarios fuera de lugar y menospreciando sus tareas. Pone como excusa su trabajo para no participar en actividades grupales. En el fondo, le carcomen los celos amorosos y creativos que lo emplazan en situaciones incómodas que no puede resolver, y que a la postre finalizan con reiteradas disculpas. No sabe cómo expresar sus sentimientos y cuando lo hace surge el fuego que todo lo destruye.
La película fluye por momentos como “Gente en domingo”, aquel recordado film de Robert Siodmak de 1930 o como una comedia de verano de Eric Rohmer. Las actividades al aire libre con bañistas que disfrutan del agua, el sexo sin inhibiciones, los cambios de pareja diluyen las tensiones y el drama en pos de la espontaneidad y de un humor asordinado. Un comienzo promisorio del festival con la ganadora del Oso de Plata en el reciente Festival de Berlín.
Comentarios