DOCUMENTALES: LA MIRADA FEMENINA
El festival de cine alemán que se llevará a cabo entre el 16 y 22 de septiembre en Cinépolis de Recoleta cuenta con un predominio de directoras en las siete películas que conforman la programación.
Walchensee Forever es una epopeya familiar contada por una integrante de la cuarta generación de las cinco que aparecen en el documental. El Walchensee del título es un enorme lago de los Alpes de Baviera ubicado a unos 75 kilómetros al sur de Munich. Allí la bisabuela de la directora Janna Ji Wonders instaló una casa de té a orillas del espejo de agua, de la cual se ocuparon las distintas mujeres de la familia, algunas por vocación, otras por mandato materno. El inicio sugiere un cuento de hadas con la pionera siempre vestida de fiesta, orgullosa de su emprendimiento culinario, el romance de su hija lleno de encantamientos, los juegos inocentes de las nietas. Sin embargo, ni bien pasan los minutos, la sensación de bienestar y felicidad se desmorona para presentar una realidad cruel con desavenencias, rupturas matrimoniales y tragedias.
Las protagonistas son las mujeres, la historia se centra en sus vivencias, los hombres son tan solo un artefacto necesario para el argumento, son los que ponen el semen para continuar con las generaciones. La directora dedica gran parte del metraje a la semblanza de su madre, una mujer de vida independiente que abrazó al movimiento hippie, el nudismo y los gurúes indios en la década del sesenta, hasta formar parte de un harem en los años setenta. El gran archivo familiar de material fílmico y fotográfico de casi un siglo, fue una invalorable herramienta para recrear secuencias de distintas épocas. Por momentos cruda, sin ocultar nada, el segundo largo de Wonders es un agudo retrato de familia cuyos integrantes tratan de sobreponerse a los obstáculos del destino para seguir adelante.
El movimiento “Me too” tiene su manifestación en el festival a través de la obra The Case You, una reconstrucción subjetiva del trauma vivido por cinco actrices abusadas sexualmente en un casting para una película. Filmada con un bajo presupuesto en tan solo pocos días en el auditorio de la Universidad de Cine Konrad Wolf de Babelsberg, el documental es una pieza de cámara más apropiada para una obra teatral que para un largo cinematográfico. Cinco integrantes, de las más de doscientas que se presentaron para el trabajo, exponen en un ambiente despojado la desagradable experiencia vivida, la impotencia a la que se vieron expuestas y la impunidad cómplice de los que juzgaban a las convocadas. La película tiene tres momentos bien definidos. El primero se caracteriza por la exposición de los hechos, el segundo es el relato de los miedos, frustraciones, miserias y todo lo que se soporta en nombre de una pasión. Por último, la representación del debate, información sobre el juicio que se lleva a cabo, y la presión mediática para impedir la presentación de la obra para la que habían realizado las pruebas en un festival.
La directora Alison Kuhn, con un montaje dinámico, plantea el tema de los límites entre lo artístico y el delito, sobre el riesgo de no saber distinguir entre el trabajo y la manipulación, sobre lo difuso y complejo de una frontera difícil de visualizar.
Comments